miércoles, 19 de marzo de 2014

PENSIONES MÍNIMAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL: EXTRANJEROS

Los beneficiarios de pensiones del Sistema que no perciban ingresos de capital o de trabajo personal o que, percibiéndolos, no excedan de la cuantía que anualmente establezca la correspondiente LPGE, tendrán derecho a percibir los complementos necesarios para alcanzar la cuantía mínima de las pensiones establecida para cada clase de pensión, teniendo en cuenta las circunstancias de los titulares de las pensiones y naturaleza o clases de las mismas.

Hasta este punto, todo correcto, definición y algunos requisitos para acceder a dichos complementos.
Ahora bien, cuando hablamos de los complementos por mínimos en aplicación de normas internacionales, la normativa dice que  "cuando la suma de la pensión reconocida por la Seguridad Social española y las reconocidas por las instituciones  de otros países vinculados  a España por un Convenio de Seguridad Social, es inferior al mínimo  que corresponda a la pensión de que se trate, se reconocerá al titular, mientras resida en territorio español, un complemento igual a la diferencia entre la suma de las pensiones reconocidas, españolas y extranjeras".

Esto quiere decir, que un ciudadano que en su país le corresponde una pensión de 75 €.- caso muy común en la mayoría de países del este-, si cumple los requisitos exigidos por la legislación española, se le aplica un prorrateo y un complemento a mínimos de  517 euros -totalmente a cargo de la Seguridad Social española- en el caso de una  jubilación con cónyuge no a cargo. Por lo que disfrutará en 2014 de una pensión vitalicia de 600 euros mensuales, siendo el  86% aproximadamente de su pensión abonada por el Estado español, habiendo trabajado en España un número de años muy inferior que en su país.

Estos casos son muy comunes y se dan por miles en la Seguridad Social española, con lo que España está asumiendo en esta materia un gasto difícilmentte soportable para nuestras maltrechas arcas. Ya sé que los convenios internacionales están para cumplirlos y respeto y asumo como el primero los principios de reciprocidad y solidaridad,  aunque opino que sería un tema a tratar en el Parlamento Europeo para dar una solución óptima a este desfase presupuestario que se asume por unos países en beneficio de otros, sobre todo cuando algunos países no están para tirar cohetes, sino más bien todo lo contrario.